EL CEREBRO ADICTO
Las adicciones provienen principalmente de la necesidad que tiene el cerebro de una persona, por satisfacer, controlar y olvidar momentáneamente algún problema, dolor, depresión, etc. Existen desde las más simples como el tabaco, el alcohol, los medicamentos recetados; así como las que son más nocivas como las drogas ilícitas.
Un cerebro adicto, es considerado por científicos como una enfermedad, que al no ser detectada o controlada a tiempo llega a tener graves consecuencias, ya que las drogas modifican la química, la estructura y el funcionamiento de este órgano. Se caracteriza por una búsqueda patológica de la recompensa y/o alivio a través del uso de una sustancia u otras conductas. Esto implica una incapacidad de controlar la conducta, dificultad para la abstinencia permanente, deseo imperioso de consumo, disminución del reconocimiento de los problemas significativos causados por la propia conducta y en las relaciones interpersonales así como una respuesta emocional disfuncional.
¿Por qué la gente consume drogas?
En general, las personas comienzan a consumir drogas por varias razones:
Para sentirse bien. La mayoría de las drogas de las que se abusa producen sensaciones intensas de placer. Esta sensación inicial de euforia es seguida por otros efectos, que varían según el tipo de droga que se consume. Por ejemplo, con estimulantes como la cocaína, la sensación de euforia es seguida por sentimientos de poder, confianza en uno mismo y mayor energía. En contraste, la euforia causada por opiáceos como la heroína es seguida por sentimientos de relajación y satisfacción.
Para sentirse mejor. Algunas personas que sufren de ansiedad social, trastornos relacionados con el estrés y depresión, comienzan a abusar de las drogas en un intento por disminuir los sentimientos de angustia. El estrés puede jugar un papel importante en el inicio del consumo de drogas, la continuidad en el abuso de drogas o la recaída en pacientes que se recuperan de la adicción.
Para desempeñarse mejor. Algunas personas sienten presión por aumentar o mejorar químicamente sus capacidades cognitivas o su rendimiento deportivo, lo que puede desempeñar un papel en la experimentación inicial y el abuso continuo de drogas como los estimulantes recetados o los esteroides anabólicos/androgénicos.
La curiosidad y el "porque otros lo hacen." En este aspecto, los adolescentes son particularmente vulnerables, debido a la fuerte influencia de la presión de sus pares. Los adolescentes son más propensos que los adultos a participar en comportamientos riesgosos o temerarios para impresionar a sus amigos y expresar su independencia de las normas parentales y sociales.
Nueva perspectiva
Cuando la ciencia comenzó a estudiar la conducta adictiva en la década de 1930 se pensaba que las personas adictas a las drogas y al alcohol tenían una moralidad deficiente y carecían de fuerza de voluntad. Estas ideas moldearon las respuestas de la sociedad al abuso de drogas. Se le consideraba un problema moral y no de salud. Así, en lugar de diseñar acciones preventivas y terapéuticas, se optaba por el castigo y se etiquetaba negativamente a los adictos. A raíz de importantes descubrimientos que empezaron en la última década del siglo pasado, se ha ido transformando nuestra comprensión de las adicciones y la imagen del adicto. En entrevista con ¿Cómo ves? la doctora María Elena Medina Mora Icaza, directora del Instituto Nacional de Psiquiatría "Ramón de la Fuente Muñiz" (INPRF), narra lo que propició este cambio de visión. La investigadora mexicana-estadounidense Nora Volkow, quien estudió medicina en la UNAM y es hoy directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos (NIDA, por sus siglas en inglés), observó en imágenes cerebrales la influencia de las drogas sobre diversas zonas del cerebro y encontró la causa física de la dependencia de sustancias como la cocaína y los opioides. "Esto nos llevó a entender por qué los pacientes, aunque quisieran, no podían dejar las sustancias por sí solos, sino que realmente necesitaban tratamiento", señala la doctora Medina Mora, agregando que éste fue un indicio importante de que las adicciones tenían todas las características de una enfermedad.
Adicciones más comunes:
Una gran cantidad de personas experimentan enfermedades y condiciones, que disminuyen su calidad de vida y que con frecuencia se asocian con algún tipo de adicción; por ello, aquí están las 10 adicciones más comunes.
1. Adicción al alcohol. Su consumo prolongado puede conducir a la adicción afectando la capacidad de juicio y concentración.
2. Adicción al cigarro. En realidad es más una adicción a la nicotina, sustancia que contiene el cigarro y que dificulta el dejar de fumar.
3. Adicción a las drogas. Drogas legales o ilegales y sin importar que el fármaco esté disponible con receta médica o sin ella.
4. Adicción al juego. Una adicción a los juegos de azar que se convierte en algo compulsivo que la persona no es capaz de detener.
5. Adicción a la comida. Este es uno de los placeres de la vida, sin embargo algunas personas, son incapaces de controlar lo que comen, convirtiéndose en adictos
6. Adicción a los videojuegos. Los adictos a los videojuegos pueden pasar horas jugando y olvidarse de realizar otras actividades e incluso asumir la identidad de un personaje.
7. Adicción a internet. Si bien ofrece enromes beneficios, en muchas personas el internet se convierte en algo más que un recurso y se mantienen en línea todo el tiempo.
8. La adicción al sexo. Aunque suena fabuloso, en realidad se refiere a quienes no pueden vivir sin el sexo y sostienen relaciones con desconocidos solo por satisfacer ese deseo.
9. Adicción a las compras. Para muchos esta adicción sugiere algunos problemas emocionales, que en exceso puede derivar en problemas financieros y con la pareja.
10. Adicción al trabajo. Se piensa siempre en el trabajo, incluso en el tiempo libre con los amigos o la familia.
La mayoría de las drogas interfieren con la actividad de un neurotransmisor llamado dopamina, que desempeña un papel fundamental en las sensaciones de placer. "El cerebro está condicionado a repetir conductas que permiten la supervivencia y las drogas actúan produciendo una activación mucho mayor de la que ocurre en las situaciones naturales de recompensa", explica la doctora Medina Mora. "El cerebro pierde la capacidad de sentir placer por las recompensas naturales, pues se acostumbra rápidamente a las dosis masivas" de dopamina que se producen al consumir una droga, y lo hace reduciendo su producción natural, o bien disminuyendo la cantidad de receptores que captan la señal de este neurotransmisor. Así, cuando falta la droga el cerebro ya no cuenta con dopamina suficiente y la persona deja de disfrutar cosas naturalmente placenteras, lo que conduce a la apatía y a la depresión. "Cuando el cerebro comienza a adaptarse a altos niveles de dopamina, el individuo tiene que usar más y más droga para obtener el mismo efecto", añade Rubén Baler. Es decir, se desarrolla tolerancia a la droga. En el individuo que ha llegado a esta etapa, la falta de droga provoca el llamado síndrome de abstinencia, con síntomas como ansiedad, irritabilidad, náuseas, insomnio, episodios de sudoración, temblores y psicosis, y puede llevar a la muerte.
Biología y ambiente
Como todo lo que influye en nuestra salud física y mental, la propensión a las adicciones proviene de varios factores biológicos y ambientales. "Los factores genéticos más o menos explican 40 o 60% del riesgo total. El resto son factores ambientales, sociales, culturales, dietéticos. Todo tipo de factores que no entran en el biológico", señala Baler y agrega que no existen personas sin riesgo genético absoluto. "No se trata de uno o cuatro genes que sean malos". Tenemos miles de genes. A fin de cuentas, el que se manifieste el comportamiento adictivo dependerá tanto de lo genético como del entorno.
Principales factores de riesgo
Conducta agresiva temprana
Habilidades sociales deficientes
Ausencia de supervisión paterna
Compañeros/amigos que abusan de sustancias
Disponibilidad de la droga
Pobreza …
Principales factores de protección
Autocontrol
Relaciones positivas
Supervisión y apoyo paterno
Información
Políticas contra el uso de drogas
Cohesión comunitaria
Fuente: National Institute on Drug Abuse
El mejor enfoque: la prevención
Pero para no llegar a necesitar tratamiento Rubén Baler propone la prevención universal: "Evitar todo lo que sabemos que es dañino y tratar de promover y enaltecer lo que sabemos que es positivo". Entre los factores negativos se encuentran, por ejemplo, los padres adictos, la pobreza extrema, la mala nutrición, la falta de ejercicio, así como un ambiente que no sea confiable para los chicos y, desde luego, un entorno de violencia. "Deben evitarse esas actividades desafiantes, o de franca delincuencia", pues son factores de muy alto riesgo. Baler añade que no es cuestión de magia. "Todo lo que promueve un ambiente saludable por fuerza va a reducir el riesgo absoluto de abuso de sustancias".
Conclusión
Me decidí por este tema, no porque me represente algún asunto personal. Si no más bien, a la gran problemática que presentan hoy en día las adicciones, en la sociedad. Existiendo en todo tipo de personas, sin importar niveles sociales e intelectuales. Me intereso, ya que en mi forma de pensar, una persona adicta, no solo se daña a sí misma, sino que también afecta en gran parte a su familia y amistades; incluso, llega a afectar a personas que no se encuentran dentro de su círculo social, ya que muchas veces se presentan infinidad de accidentes debido a que las personas actúan bajo las influencias de alguna droga.
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